lunes, abril 21, 2008
numero 118: Fin de semana en Londres
Hemos vuelto de nuestra rápida pero sobradamente aprovechada escapada a Londres. La excusa era la 8º Convención anual de Bookcrossing, pero asistimos a pocas charlas...
Raquel, Yolanda, Mercé y Anna ya me esperaban en el Imperial College (centro de operaciones de la convención) cuando yo llegué a Londres el viernes por la tarde. Dió poco tiempo de hacer nada, así que cenamos e hicimos un (incomprensible) juego de pistas y equipos. Mis compañeras estaban cansadas y después fuimos directamente al hotel.
El sábado nos levantamos temprano, desayunamos y mientras Raquel iba a comprar entradas para el musical al que ellas irían esa noche, el resto del grupo fua al Imperial College a la charla sobre la nueva web. Después, Anna y yo nos fuimos a Notting Hill y al mercadillo de Portobello, cruzando Hyde park. En Portobello se puede encontrar desde ropa de segunda mano a cardamomo blanco, gambas rebozadas o hasta... ¡paella! Volvimos en bus al College para comer, y después fuimos a una charla sobre Harry Potter que parecía muy divertida (los escoceses reían mucho), pero que su cerrado acento nos impidió disfrutar. Al salir fuimos en bus a Charing Cross, a hacernos la foto ante el famoso numero 84. Muy cerca, Anna nos descubrió en Shafterbury Avenue Forbidden planet, una tienda donde se encuentran todo tipo de comics, figuritas de colección, juegos de cartas... El paraíso de los comics, vamos.
Después fuimos a cenar a un francés en la calle Garrick, llamado precisamente Garrick. La cena fue buena y razonablemente bien de precio, pero el servicio dejó bastante que desear. Salimos del restaurante masticando aún la cena (literalmente: no es una forma de hablar), con el tiempo justo de dejar a las chicas ante el teatro, y yo me fui al Imax a ver Shine a light. Me costó una carrera de un cuarto de hora corriendo a tope (por culpa de una mala interpretación del mapa y mi alta ineptitud de previsión). Al final llegué con el tiempo justo, y pude disfrutar de Sus Majestades Satánicas en pantalla ultra gigante. Si el año pasado vi a los Stones en directo, verlos en Imax me hizo revivir la electricidad y energía que transmiten estos sesentones. Las dos horas de película se pasan volando, y yo me pasé toda la proyección con una sonrisa de satisfaction en el rostro, y hasta aplaudía al final de los temas. Pero como todo lo bueno, terminó, y me fui al hotel a reunirme con las chicas. Ah, avenue Q, la obra de las chicas, también me dijeron que está muy bien.
A la mañana siguiente otra vez levantarse tempranito, y al Shakespeare's globe, al lado de la London Tower, paseando por la orilla sur del Tamesis. A ellas las dejo en el teatro, y yo prefiero escaparme a la Tate modern, a admirar los Miró, Picasso, Monet, Rothko, Magritte y muchos otros de la colección permanente. Me habían advertido de que no entrara en la librería, pero aún me quedan unas libras y decido darme mi capricihto del viaje. Hay libros espectaculares, pero al final me decido por un manual de diseño, una breve monografía de Philippe Stark y un volumen de mi admirado Andreas Gursky.
Reunión de nuevo ante el Shakespeare's globe, y buscamos un sitio para comer. Frente al teatro-barco pirata donde se hacen obras infantiles encontramos un pub la mar de bueno y barato (pensaba que los ingleses desconocían estas palabras). Volvemos al hotel con el tiempo justo de coger las maletas y que cada uno se busque la vida hacia su aeropuerto. Anna a Stansted, Raquel, Mercé y Yolanda a Heatrow y yo a Gatwick. Llego a victoria rapidíssimo, y unos minutos después sale el Gatwick express que en media hora me deja en el aeropuerto. Regreso sin retrasos, colas, cambios de embarque ni problemas.
Bueno, nos hemos dado un buen fin de semana diferente, y yo he disfrutado mucho con mis compañeras de habitación, muchas veces corriendo, pero nos lo hemos pasado muy bien.
Escuchando - Love of lesbian: "Maniobras de escapismo"
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